1.- EL CONTEXTO
Hacia el espacio abierto nos lanzamos, fuera de la casa de la escritura. Viajamos hacia el lugar de la palabra compartida, que será siempre un lugar único, especial, a veces sorprendente. El proceso creativo también está en ese viaje hacia el lugar del ruido y de los otros. Cuando escribimos, nuestra mente se suspende para expandirse en un tiempo fuera de lo cotidiano. ¿Cómo hacer viajar la materia lengua de la poesía para que sea experimentada en un tiempo profano? ¿Cómo superponer al tiempo de la cotidianeidad ese tiempo del arte en forma de escritura poética? Así como el viaje es parte del proceso también lo es la reflexión sobre el cuerpo que recita y el espacio donde se recita.
Esta es mi hipótesis a día de hoy. Mañana tal vez mute y se transforme en algo totalmente contrario. Así es la poesía, paradójica, contradictoria, abierta a lo nuevo siempre.
Extracto del recital del Día Mundial de la Poesía, 2023.
Ave regina caelorum
Ave domina angelorum
Salve radix, salve porta
Ex qua mundo lux es orta
BLOQUE 1: EL HIJO
El arte abre una brecha por la que todo sufrimiento encuentra sentido.
El arte penetra por ese agrietamiento del ser y por ahí se introduce la gracia.
El verdadero motivo del cuadro no son las arquitecturas ni las flores. Es lo que están viendo esos ojos cerrados, abiertos hacia el interior.
Estamos en el siglo XV. La devotio moderna ha desplazado del trono al Padre y es la Madre la que vela al Cristo Muerto.
Escribir sobre la neurociencia de esos ojos cerrados que miran hacia adentro y despertar para llegar a ese tiempo de pincelada lenta.
Escribir sobre el suspiro compasivo de una madre ante el hijo que delira.
Roger de le Pasture vivió en Bruselas, donde su nombre se tradujo al flamenco como Rogier van der Weyden. Su cuadro Descendimiento se pintó para una capilla del siglo XV. En 1939 fue trasladado a la sala 58 del Museo del Prado.
El site para Robert Smithson es el lugar concreto en el que trabaja el artista del land art. El non-site es lo que se expone en el museo, una abstracción de la obra. El site es el territorio, el non-site el mapa. El site: los versos flotando en la cabeza de la poeta asomada por la ventanilla del autobús. El non–site: los versos recitados delante del Descendimiento de Van der Weyden. En la capilla o en el museo hay un cuerpo. En el libro, unas marcas negras sobre el blanco. En el museo la imagen poética a escena. ¿Cuántas de las palabras recitadas en un museo son representativas de una cabeza mirando a través de una ventanilla de autobús? ¿Cuántas conectan el ruidoso espacio urbano con el fervor silencioso de una capilla transformada en sala de museo de pintura?
Espacialidad contextual: el sentido no nace de la obra sino de las relaciones múltiples con el entorno y el espectador. La obra se libera de su autonomía formal y entra en diálogo con el entorno (Rosalind Krauss).
En el siglo XX los lugares para el arte se expanden y pueden ser tejados, garajes, montañas, piscinas, bosques, un autobús, una plaza, un centro comercial. Espacios cotidianos o sagrados, espacio sacralizados o secularizados. Y en todos esos lugares hay cosas: espejos, mesas, copas, cuadros de grandes maestros, un atril.
El objetivo principal de la obra o poema puede ser hacernos conscientes del espacio porque afecte nuestra percepción de este. Puede ser que el espacio y la percepción no sean el contenido principal de la obra o poema y, aun así, inevitablemente, tanto obra como poema transforman el espacio en otra cosa. Al recitar en un museo, el museo pasa a ser la cúpula celeste o un rincón para las confidencias.
Nunca el espacio es solamente un paisaje de fondo. Al recitar lo alteramos, al movernos lo alteramos, cada gesto minúsculo del poeta recitando transforma un espacio anodino en otra cosa. El poeta lanza una metáfora espacio-temporal, se superponen misteriosamente espacio y tiempo cuando la poeta abre la boca para recitar.
2.- ¿QUÉ CUERPO?
Octavio Paz dijo sobre John Cage: “el poeta rapsoda es un payaso, un sabio, un malabarista, un equilibrista que danza sobre la cuerda floja del non sense, pero dice una verdad, ofrece el cuerpo en todas sus posibilidades, juega y no tiene miedo al ridículo”.
La verdad de los locos, la verdad oculta que, al exponerla con un cuerpo, se transforma. El punto de partida invariablemente son los cuerpos en escena. ¿Entramos con o sin un nombre, con o sin personalidad propia, con o sin elementos que conviertan a ese cuerpo en un personaje? ¿Existen expectativas acerca de nuestro comportamiento? ¿Llevamos guion? ¿Hay espacio para la improvisación? Son estas preguntas que todo performer debe hacerse, pero también todo poeta que recita.
¿De qué es capaz un cuerpo? Un cuerpo puede detener el tiempo, dibujar el lenguaje, enlazar ideas, expresar la guerra, mostrarse servil, desnudo, barroco, ignorante, hábil. Un cuerpo puede ser realista, no serlo, ser extremo, ser modesto, expresar el pánico, la aceleración, la parálisis, la ciclotimia, en definitiva, la paradoja. El cuerpo puede convertirse él mismo en una manifestación de lo poético. Pero ¿de qué cuerpo estamos hablando?
Extractos de un texto de Matthias Brockstedt:
Max Frisch: “Cada uno se inventa más temprano que tarde una historia que toma por vida”. Dividamos la vida en etapas y atribuyámosle unas claves que nos cuenten nuestra historia. Sugerencias para este ejercicio: revisar contactos sociales, amistades, relaciones amorosas, desarrollo profesional. ¿Subjetivo? Sí. ¿Estimulante? También.
Infancia: Trombocitopenia idiopática, hematomas, cortisona, obesidad, transfusiones de sangre de un donante policía.
Adolescencia: No ser cool por saber leer a Cicerón y Tácito en latín.
Juventud: Matar ratas, radioactividad, screening de enfermedades metabólicas, diez mil cromatografías.
Edad adulta: Cuidados intensivos pediátricos, mobbing, protección contra el abuso infantil. Jubilación: Trombosis pulmonar. Renacimiento. Rituales domésticos. Cruzar umbrales.
Vejez: Dos palabras “profundizar” y “decencia”.
El cuerpo se modifica, muta, se regenera, cambia sus células; no es el mismo cuerpo quien habla y se manifiesta en cada edad. ¿Cómo hablar desde un cuerpo al final de la vida?
Dentro de una residencia de ancianas, dentro de un cuadro multitudinario holandés.
Una fila de ancianas espera recibir sus pastillas Homer Simpson. Ponen las cuencas de sus manos mientras danzan o no danzan, mientras beben o no beben vinito dulce de Málaga en cuencos tibetanos.
−Somos cuatro y bebemos como seis.
−Yo es que soy muy espontánea.
−El mundo sería un lugar mejor si fuera más cristalino.
−Que me mires, te digo, a través de la copa de vino tibetana.
Aquí viene un señor con sombrero y gola y papada del siglo XVI.
−No duele llevar sombrero ¿A qué huele aquí? Huele a cerditas cada vez más rubias en sus sillitas barrocas con faldellines. Un cuadro multitudinario de señoras apretadas en su filita.
¿Sabes qué? 1801 fue el año de la invención del espéculo vaginal cilíndrico. El cuadro es holandés del siglo XVI y las señoras jamás se han visto sus partes íntimas.
−Prohibido levantarse la saya por encima de las rodillas.
−¿Sabes qué?, quitaron los espejos del salón de espejos.
−Prohibido levantarse la saya por encima de la cadera.
−¿Sabes qué?, no se puede bailar con las enaguas acartonadas.
−Prohibido levantarse la saya por encima de la cabeza.
−¿Sabes qué?, no se puede bailar con faldellinas almidonadas.
−Erótico no es.
−¿Y con la cofia?
−Erótico no es.
−¿Y con un buen moño y chinelas de raso?
−Erótico no es.
¿Qué siglo neerlandés os excita más? ¿Cuánto cuesta encargar un cuadro que muestre cómo es un cilíndrico espejo para mirarse las partes íntimas? ¿De verdad no duele llevar sombrero?, ¿un sombrero volador, un sombrero cárnico flotando a gusto de cada observador cuántico?
Las señoras se levantan de la silla y se colocan como posando, el señor con gola y papada se pone delante. Se escucha la noticia en la radio.
“A la residencia cohousing del siglo XXI acudió el señor Rembrandt aburrido de hacer encargos, un camino carente de todo placer. Acudió tocado con un cuello de encaje e hizo las delicias de las ancianas mientras tosía el muy condenado, tuberculosis cavernosa fue el diagnóstico principal. En el retrato, las señoras saldrán movidas como consecuencia de la tos que les contagió el barroco, o tal vez debido a la ingesta de vino malagueño en cuencos tibetanos o tal vez debido a la ingesta de las rosadas pastillas Homer Simpson”.
Danzas biodinámicas para ancianas en residencia cohousing siglo veintiuno y una corte de mujeres les dan pastillitas que solo conocen por su color y aun así se equivocan y las ancianas se quedan varadas en mitad de la danza, como existencialmente muertas, preparadas para posar ante cualquier pintor del siglo XVI o del que sea.
Una performance de ancianas recibiendo pastillas de anfetaminas de síntesis para superar la mierda de vida dentro de una residencia, por muy cohousing que sea. Para encarnar a estas ancianas, podemos trabajar con pesos, andadores, hielo en la boca o en las rodillas, obstáculos físicos y/o mentales. El recital sería una performance que nace del cuerpo abrumado por el cansancio de la edad avanzada. Un texto escrito desde el cuerpo, como hicimos con Juan Domínguez, payaso conceptual, coreógrafo y performer. Desde un trabajo corporal improvisado aplicamos filtros a textos para someterlos a diferentes canales perceptivos, el tacto, el sonido, los saltos, los desplazamientos, una forma de editar los textos a partir del cuerpo, un cuerpo con una biografía, un cuerpo no “normativo” y diverso que responde y reacciona a los demás cuerpos y objetos del espacio de trabajo.
O podemos hacerlo al revés. Partir del texto para que sea él quien nos revele lo poético. Un texto disfrazado de metáforas que esconden el ridículo de la impertérrita pose de unas cuidadoras ante un diálogo disparatado de ancianas, unas metáforas que se ponen de pie y juegan con el aire porque para ser metáfora hace falta aire y una cara de asombro ante una fila de ancianas varadas en mitad de la danza. Palabras o gestos escondidos en metáforas porque no queremos que, a la vida, por muy lenta que se manifieste en la vejez, se la coma la costumbre. Y porque, como pensaría Shklovski, también es poesía imaginar a un holandés del siglo XVI bailando con gola y chinelas de raso en una residencia de ancianas en pleno siglo XXI.
Entonces, podemos escribir palabras y luego dibujarlas con el cuerpo para que bailen y se vuelvan menos opacas. O podemos escribir desde un cuerpo activado en todos sus sentidos y posibilidades. Dos abordajes que implican que lo poético a escena no puede prescindir de una reflexión sobre el cuerpo y sus condiciones particulares.
3.- La acción poética
Las performances intentan hacer del arte vida o hacer de la vida arte. ¿Y la poesía? La poesía puede ser un signo, pero es algo más. ¿Cómo accionarla en el mundo “real”? ¿Cómo hacer de puente entre texto y receptor sin imponer un poder? Preguntas para la performance que se aplican cuando recitamos un poema.
Porque estamos hablando de poesía como experiencia poética, no solo como un artefacto compuesto de versos-estrofas-palabras-ritmo. Hablamos de que, como poetas, asociamos no únicamente palabras sino ruidos, cuerpos, movimientos, luces, objetos que destellean con sus asociaciones, analogías y contradicciones poliédricas cobrando una dimensión lírica. Hablamos de que todos los medios escénicos pueden reunirse en el lenguaje poético. Estamos hablando de poesía que se activa, se completa, se re-crea con los otros en un espacio-tiempo-presencia en todas sus posibilidades y combinaciones, poesía activada dentro de la imaginación del receptor, poesía desplegándose en algo que es más que una metáfora y que, probablemente, no podremos acabar nunca de definir del todo.
De “Pomelo” de Yoko Ono
UNA PIEZA PARA ORQUESTA
Contar todas las estrellas de la noche de memoria. La pieza finaliza cuando todos los miembros de la orquesta terminan de contar estrellas o cuando amanece. Puede hacerse con ventanas en vez de estrellas.
PIEZA DE PECES
Grabar las voces de los peces en una noche de luna llena. Grabar hasta el amanecer.
PIEZA DE CAMPANA
Escuchar una campana durante una hora. Disminuir el sonido a piano haciéndolo repicar en la cabeza. Disminuir el sonido a pianissimo haciéndolo repicar en sueños. Disminuir el sonido poco a poco a troppo pianissimo, olvidándolo. Probar con otros sonidos, p.ej., voz de la madre, llanto del bebé, histeria del marido.
PIEZA DE ESCONDITE
Esconderse hasta que todos se vayan a sus casas. Esconderse hasta que todos se olviden de una. Esconderse hasta que todos se mueran.
PIEZA DE SANDWICH DE ATÚN
Imaginar mil soles en el cielo al mismo tiempo. Dejarlos brillar una hora. Luego hacer que se derritan gradualmente dentro del cielo. Preparar un sándwich de atún y comerlo.
Os propongo perimetrar con suma lentitud el lugar donde estéis leyendo ahora. Yo haré lo mismo. Voy a tocar la cabeza de cada lector, uno por uno. Os voy a pedir una palabra hermosa a cada uno. La voy a anotar y guardar en un cajón. Os voy a pedir un pensamiento hermoso. Por favor, recordarlo. Con vuestra imaginación, decidme al oído todos los pensamientos hermosos junto con todas las palabras hermosas. Vuestras palabras y vuestros pensamientos alegrarán mis noches.
Muchas gracias.
Bibliografía
1.- Yayo Aznar, Joaquín Martínez. Últimas tendencias del arte, Editorial Universitaria Ramón Areces, Madrid 2009
2.- Yoko Ono. Pomelo, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 1964.
Salomé Ballestero
Consejo Editorial Anfibia