Mario Obrero

donde el puente arriba a las ciudades
un doméstico color dice su nombre
donde el zubia arriba a las hiriak los pescadores
de colillas ven rechinar con gracia los labios del tiempo
entras o no a la ciudad
al poema o no
se tocan los músculos el ácaro de las pelucas
o no entras hacia lo profundo que es
sótano de boletos y fecunda cuna con champán
la ciudad que te desnuda te llena de bolsas tantas
complejas ideas para quien solo soñó con una
casita en la autopista
en la autopista del mundo
todo fácil como la geometría climatizada el
amoniaco o el cansado aceite de los maniquís
no hay piedra en el puente que arriba a las ciudades
hay gatos de argamasa y la homilía de ladrillos sucios
muchas manzanas después eeuu
gran puerta de metacrilato
bendita clase media que teclea las pianolas mecanográficas
bendito anuncio de las prohibiciones cerca viva en el metal
donde el puente arriba con zapatos viejos
persiana chapada
exótico lugar dorado
persiana persa
entras o no a la ciudadpoema
caja negra de los colores
gotelé íntimo en su visión.

De Tiempos mágicos (La Bella Varsovia, 2024)

***

todo tiene tantas palabras
tanto dice en sus arrugas
habla todo y murmulla tanto
también lo que no sabe
con tactos los labios andan su destino
el cielo y las almohadas
la raigambre meñique de los sucesos
todo parlotea en alta y baja voz
inconmensurables sus lenguas
invisibles los habitamos

De Tiempos mágicos (La Bella Varsovia, 2024)

***

¿Lo escuchas?
Escribo sobre una guitarra.

En este cielo de levadura
el poeta ferretero construye tornillos
para las mesillas de noche.

Se lo comen los pájaros
los pájaros
pájaros.

En este suelo de cañadas para hormigas sin pastor el poeta bello
como niños de verano y aligustres
se encuentra en los puentes
un camino de abetos y vuestros versos
hermosos igual que palabras científicas o tinta morada.
Miramos al sol que no existe.

El arroz son pájaros
son pájaros
pájaros.

En el barniz, al otro lado
resuenan las migajas luminosas del domingo
en las plazas verdes
mi bosque
bestiario de caminos los dedos
John Berger levanta su bizcocho de cebolla y la revolución estalla.

Un perro, los pájaros
los pájaros
pájaros.

Ser poeta
soy poeta
po-e-ta
soy tres sílabas
potae
eopta
soy opeta
antes de la incineración
hay ceniza que no se convierte en pájaro
pájaro
pájaro.

Música, hormigas
una milonga, vuestros versos de pan y aceituna
en su columpio lleno de padres e hijos
un poeta
po-e-ta
saca su pluma azul ganchillo del estuche repleto de bicicletas.

¿Lo escuchas?
Escribo sobre el cuerpo del sol
y tu reflejo naranja
al otro lado de la guitarra.

De Carpintería de armónicos (Universidad Popular San Sebastián de los Reyes, 2018)

***

No medio do Atlántico coma unha nube afundida sigo militando na lóxica poética
sigo siendo los laureles que crecen cada año en el patio
mis dedos sobre la madera sin barnizar hablan del perfume de las azafatas americanas
como un agua invisible los vencejos de hojalata cocinan pollo con miel y galletitas
mi madre me despide con el cordón umbilical en sus manos
resonante como trescientos clarinetes haciendo huelga en las piscinas municipales
avanzo a tientas hacia esa aldea ya visitada

De Peachtree City (Visor, 2021)

***

jan josephsz van goyen hijo de un zapatero decidió en 1643
en el tiempo en que podría haberse dedicado a plantar ajos o a limpiar la
armadura empolvada de sus ancestros
pintar un paisaje inconmensurable que hoy los visitantes observan con una mano
tímida en el bolsillo
aún resta cierto olor a pan recién hecho y el hurto de una camelia dormida en la
lata de conservas
aún hay quien sale de la aceña con máculas de harina y cuestiona al diminuto
hombre azul el amor de los ángeles que entran al tren y ejercen su conciencia de
clase con unas lunitas y un ratón invidente
los transeúntes del hielo

el perro tembloroso y el pobre que recoge el sombrero de tristan tzara
diferencian al limón de la rosa y al sueño del aljibe donde los paisajistas neerlandeses van
a
bautizar sus saxofones
el chachareo de las figuras advierte una asombrada luz que recuerda a algunos
dientes de leche
recuerda a la bandada de pájaros que guardan algo de color mientras asienten
melodiosos en el aire

los que se atan el cordón de la conciencia y la que ajena piensa en caballos
avanzan anchamente sobre el hielo
cabe recordar que van goyen como cualquier neerlandés del XVII llamaba al hielo ijs

palabra que poco tiene que ver con la voz latina gelu que en algunas lenguas romance
significa escarcha
muchos les irrita a las plañideras por encargo y a los que huelen la castaña que
cruje en la leña esa confusión de los hablantes medievales puesto que la
fragilidad es casa de su porvenir al que acuden gráciles y verdes
también cabe recordar que van goyen hijo de un zapatero piensa en el leve tacón del
comerciante y en la suela recién pulida
el zapato en su dimensión civil es sacramente respetuoso con la capa de hielo con
la punta alzada como esperando a que un loro se pose en ella
los transeúntes del hielo presentan rodillas flexionadas pies en alto listos para
avanzar hacia el trémulo de los sonajeros
para incurrir como galgos en el pecio lleno de tulipanes
en la bondad del estuario conviven las figuras
eternas vigilantes del ave tras la coronilla del cautivo
muestra de un amor ineludible que cultiva la uva y enseña celoso su diapasón
evidencia del diminuto hombre azul
caminante infatigable sobre el designio del agua

De Tiempos mágicos (La Bella Varsovia, 2024)

5/7/23 SANTANDER Mario Obrero, poeta FOTO: Juan Manuel Serrano Arc

Mario Obrero (Madrid, 2003)

Ha publicado Carpintería de armónicos (XIV Premio de Poesía Joven Félix Grande; Universidad Popular José Hierro, 2018), Ese ruido ya pájaro (Ediciones Entricíclopes, 2019), Peachtree City (XXXIII Premio Loewe a la Creación Joven; Visor, 2021) y Cerezas sobre la muerte (La Bella Varsovia, 2022) y Con e de curcuspín (Anagrama, 2025).

Colabora con Radio Televisión Española en espacios de divulgación de la poesía. Recibió
el Premio Nacional de Juventud 2023 en la categoría de cultura. Estudió Bachillerato de
Humanidades en el IES público La Senda de Getafe.

Redes sociales: en Instagram, @marioobrero


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