Existe un arte posible al margen de las instituciones, libre de todo canon, el que permite un ejercicio virgíneo de creación.
Uno sin sometimiento a técnica alguna, sin sujeción a marcos o condicionamientos.
Sería el del niño, el del loco, del marginal.
Esto es el art brut.
– Niño, ¿qué pintas cuando tienes
ortigas en el pelo
la verja atravesada de ojos?
-Son solo personitas respirando
Superficie, papel profundo.
– Hombre, ¿qué escribes cuando tienes
en el pelo la ortiga,
en los dedos colgante
el eco de la lengua
los números en orden alfabético?
-Son solo anotaciones en cascada.
El art brut, término acuñado en 1945 por el pintor y escultor francés Jean Dubuffet, da nombre al arte marginal creado por gentes ajenas al mundo artístico; personas sin formación académica, sin conocimiento de las normas o la técnica, cuyas obras están realizadas al margen de la cultura.
Operaciones artísticas puras sin referente alguno. Un arte ecléctico, difícilmente encasillable.
Para Dubuffet esta noción hace referencia también a todas aquellas obras ejecutadas por autores para los cuales la imitación tampoco es relevante. Se trata de festejar y dar cobijo a la singularidad de la invención.
Serían aquellos trabajos en los que el creador extrae todo de su propio interior, no de los estereotipos ni el canon. Ya bien desde la exaltación y la fascinación que produce la locura, ya desde el arte primitivo no contaminado o el arte naif, o desde cualquier otra mirada al margen de la tradición clásica, la norma o la moda.
Para Dubuffet, el universo interior de estos autores trasciende el contexto cultural imperante y heredado que caracteriza otras producciones artísticas. De este modo, toda esa materia se convierte en fuente de inspiración e impulso creativo.
El anonimato y la autosuficiencia en el proceso creativo, así como el carácter no lucrativo, son además otros elementos característicos del Art Brut, si bien este último se ha ido desvirtuando pues el concepto de arte marginal, en la actualidad, ya forma parte de la lógica mercantilista, inscrito en los circuitos oficiales del mercado del arte.
Mas allá de estas consideraciones, lo cierto es que Jean Dubuffet supone un antes y un después, no solo en la definición sino también en la difusión, de estas obras, que, por otro lado, siempre se han producido, tal y cómo afirma el ensayista francés Serge Fauchereau1 Para él, la creación en el extrarradio de las instituciones existe desde el origen, si bien es a partir de finales del XIX cuando surge un interés manifiesto de la mano de médicos, frenópatas y neurólogos que comienzan a indagar en ese estrecho vínculo, en las relaciones entre enfermedades mentales y el arte como vía expresiva y la manifestación de dichos trastornos, especialmente la esquizofrenia.
Las primeras incursiones sobre la relación del arte con la expresión de la locura surgen con aventuras como las del criminólogo y médico italiano Cesare Lombroso, que en su estudio Genio y locura, publicado en 1882, venía a concluir que la mayoría de los grandes hombres padecieron algún trastorno neurológico o psiquiátrico, o las investigaciones del científico español Ramón y Cajal en las que abordó temas como la doble personalidad de los creadores, recogidas en su ensayo La psicología de los artistas (1902).
Será especialmente destacable el estudio llevado a cabo por el psiquiatra alemán Hans Prinzhorn, y uno de los más importantes y decisivos para el Art brut. En su obra Expresiones de la locura, publicada en 1922, equipara en muchos casos la estructura formal y las normas utilizadas por las personalidades perturbadas con las de los artistas al uso. En su investigación da cuenta de un conjunto de trabajos con enfermos mentales que formará parte de la colección expuesta desde entonces en la Universidad de Heidelberg. Esta muestra engloba una heterogénea serie de obras creadas por unos quinientos pacientes psiquiátricos de todas las edades, clases sociales y profesiones, internados en instituciones entre 1888 y 1933, la mayoría diagnosticados como esquizofrénicos.
Descrito por Paul Eluard como “el más bello libro de imágenes que ha existido”, las obras fascinaron a muchos artistas de las vanguardias y su estudio contribuyó de forma decisiva a la posterior configuración del Art brut.
Más adelante el movimiento surrealista seguirá deslumbrado por este concepto y las piezas producidas desde el delirio, idealizado y entendido por ellos como la libertad absoluta de la creación.
De entre los casos y las creaciones artísticas estudiadas por Prinzhorn, recogemos aquí el caso de Emma Hauck, diagnosticada de demencia praecox en 1909.
Emma Hauck escribió una serie de cartas a su marido durante su internamiento. Consisten
únicamente en la frase “Herzensschatzi komm” (querido, por favor, ven) y “komm komm kommm” (ven, ven, ven) repetida una y otra vez. Ninguna de las cartas fue enviada.
En la actualidad forman parte de la colección Prinzhorn en Heidelberg.
Existen muchos otros artistas, básicamente plásticos, de los que hablar, baste visitar la colección profusa de Art brut en Lausanne iniciada con donaciones de obras de Jean Dubuffet (https:// www.artbrut.ch/en_GB/authors/the-collection-de-l-art-brut).
Queremos destacar, a pesar de ello, a un escritor -aunque también ilustrador- Henry Darger, para terminar esta travesía. Su manuscrito de 15.143 páginas, titulado La Historia de las Vivians, en lo que se conoce como Los Reinos de lo Irreal, sobre la Guerra-Tormenta Glandeco-Angeliniana causada por la Rebelión de los Niños Esclavos, descubierto tras su muerte el 13 de abril de 1973 en un hospicio de las hermanas de la caridad, está considerado uno de los máximos exponentes del arte marginal.
No obstante, para algunos estudiosos, como afirma Serge Fauchereau, no puede existir una literatura brut propiamente: “Generalmente, cuando hablamos de art brut hablamos de artes plásticas; y es que, en mi opinión, no puede existir una literatura brut; un poeta no puede ser naíf. Muchos se han esforzado por reencontrarse con las pulsiones más primitivas, como Artaud, pero el resultado es muy cultivado, siempre hay una astucia detrás de esa especie de «embrutecimiento» premeditado. (…)“ (Serge Fauchereau, Coloquio Barja · Fauchereau · Solana)
Es difícil delimitar la capacidad de permeación del lenguaje frente a otros códigos o medios de expresión, diferenciar lo que implica un lienzo frente a un folio o su supresión, considerar el uso de unas herramientas frente a otras, o la domesticación del oído, de la vista, de la palabra, la inexistencia de toda memoria cultural aunque sea la breve de un niño en según que áreas de la creación.
En todo caso, mientras tanto, os proponemos dos textos art brut puros, de autoría desconocida como es de rigor.
Desde un niño:
Y desde un hombre:
Recordando de comentar a Blanca el nuevo verano y el cambio de invierno a primavera.
Espero que, lo primero de todo, las rodillas de la familia de la abuela estén sanas y salvas junto con las personas de la familia. Y espero que, a pesar de los problemas en las personas, los huesos hayan pasado un buen invierno.
Espero que, de verdad, estén bien, ya que ahora son los hermanos y primos mayores, y es importante tener miembros de joven cerca.
De joven se trabaja y de adulto se recuerda, luego se empieza a vivir a los familiares y al pasado de las personas.
Me siento bien por tener una familia adecuada, buena en el cabeza. No se ha de pensar mal de las personas, hay que llevar una vida justa. Unos tés con las amigas, charlas sobre la cultura, paisajes, las fotos o libros, … sí que sí. Deberían salir de vez en cuando y cambiar sus emociones, un taxi y un domingo bien con la familia.
No sé si el mar, los festivales de campo, los paseos con personas educadas, … el mar visitando a otros seres, siempre considerando la educación.
Por lo demás, que ya no son los periodos de antes, las décadas de los sesenta, setenta, cuando se hacían excursiones por el campo y se reunían en las casitas las personitas y sus nietos. Qué cambios tan malos hacia la contaminación ambiental, el crimen, la corrupción y el acoso a las personas bien posicionadas. Esto de la comunidad y la democracia no las veo muy claritas, más bien parece un cuento ruso o francés para arrastrar a las mujeres y el dinero al huerto del latino mientras esclavizan o intimidan al ser humano.
Creo que lo histórico-psicológico o religioso se ha quedado atrasado, hoy la vida televisiva se ha puesto de moda por lo que las personas están más tiempo mirando al mundo internacional que desarrollando las cualidades reales de antaño para ser buenos, tanto en el reino como en el exterior siempre que no existan trampas, mentiras o elementos sucios.
La pena es que las ciudades están acabadas y las personas fumaron, comieron y bebieron.
Ahora ya no pueden caminar y sus hijos también.
Las personas bellas han desaparecido y parecen haber sido extorsionadas por el capital externo que desea todo y no llega al final de las intenciones del ser real o histórico o los extremos.
Acosado por las monstruosidades de los romanos, ortodoxos u otros pueblos o culturas del oeste, con falsedad, pretensiones económicas o actos intrusismos de molestia en el ser humano reformado.
¡Qué bonitas son las realidades externas mientras se puedan llevar! Ahora que nada el estrés y los coches con personas feuchas y sucias, no hay más que esconderse.
Particularmente en La Coruña la vida histórica se exalta en los edificios, jardines y el mar que son bonitos desde Pastoriza hasta donde se haya llegado. Y siendo legado a nosotros los hijos del reino.
¿Y cómo es que los otros no se reúnen o crean una cena? ¿Qué fue de todas las personas de las que se enseñaban? No pasean por el reino.
Nada, que una vida entera en los Castros con tu hermano es increíble, desde los cuarenta con las amistades.
Me imagino que con el periodo estival las personas viajan a sus campos de sueños.
Ver los paisajes, recuperar el tiempo en la memoria en contra de este mundo impuesto por personas ajenas.
Pasen tiempo en la naturaleza y descansen. Yo estoy acabando los estudios y alquilar con ustedes lo que me corresponde: finalizar unos asuntos con la administración y continuar con la vida profesional.
No sé si terminaré en el exilio en el extranjero, dependerá de si me caen las cosas.
Les deseo bien.
Saludos a la hija de su hermano.
Su sobrino
L.
Notas:
1Coloquio Barja • Fauchereau • Solana, Art Brut: el arte como compulsión. Minerva (03). Recuperado de https://cbamadrid.es/ revistaminerva/articulo.php?id=96
Bibliografía:
Yolanda Marín Solano (2015). Art Brut: Los principios teóricos de Jean Dubuffet y su vigencia en la actualidad. Recuperado de https://zaguan.unizar.es/record/47374/files/TAZ-TFG-2015-2943.pdf
Andrés Arias, Arte bruto, arte marginal. Bauhausinformalismo. Recuperado de https://bauhausinformalismo.wordpress.com/arte-bruto-arte-marginal/
Dossier de prensa para la exposición Jean Dubuffet. Un bárbaro en Europa (IVAM, 2019). Recuperado de https://www.ivam.es/wp-content/uploads/noticias/dossier-de-prensa-jean-dubuffet-un-barbaro-en-europa/IVAM_dossier_DUBUFFET-
Mariela Paoltroni (2014) Arte en el manicomio: la Colección Prinzhorn. Elsigma. Recuperado de https://www.elsigma.com/arte-y-psa/arte-en-el-manicomio-la-coleccion-prinzhorn/12858
Dolores Durán, Minerva (03) De lo salvaje: en torno al art brut, recuperado de https://cbamadrid.es/revistaminerva/articulo.php?id=97
Coloquio Barja • Fauchereau • Solana, Art Brut: el arte como compulsión. Minerva (03). Recuperado de https://cbamadrid.es/ revistaminerva/articulo.php?id=96
Alfredo álamo (2015), La historia de las chicas Vivian: 1500 páginas y cientos de acuarelas. Recuperado de https:// www.lecturalia.com/blog/2015/08/19/la-historia-de-las-chicas-vivian-15-000-paginas-y-cientos-de-acuarelas
Marisa Bello
Consejo editorial Anfibia