Del ácido a lo erguido: la distancia.
Del tambor al glaciar: un huevo hueco.
Del huevo a la distancia: tantos hilos:
los lenguajes cosiendo el hueco a todo.
Así llegamos, cosiendo otra vez más el universo de lo anfibio, llenándolo de yemas que se yerguen y son cítricas, polares y retumban como un sólo corazón en distintos cascarones.
El primer cascarón contiene las razones de la orquídea: los versos de Rosana Acquaroni.
El segundo cascarón recoge la micelia: la poesía de Roger Wolfe.
El tercero lo incubamos en compañía de marimos: poemas de Arantza Moreno y José Ignacio Ruiz.
Un cuarto trae consigo pantalones de quimeras: la metapoesía visual de Marina Tapia.
El quinto cascarón lleva consigo el ingenio del escarabajo: la segunda y tercera parte de “La mujer-cadáver”, de Marisa Bello.
El sexto cascarón alberga el mirto hermético: la reflexión que da a elegir: “O los zarandeos o las piezas. La poesía y la era digital”, de Pilar Trol.
Haciendo con las yemas horizontes,
dejando que los hilos tejan todo:
cada huevo del lenguaje: aparece,
acerca lo distante, lo columpia.
Anfibia otra vez más hilvana origen.