Inventario efímero #8

En este número nuestra contabilidad se vuelve absurda, pues otra, la del genocidio, nos ocupa la cara, las vértebras, la deglución: la traslación de la barbarie en forma de cifras.

Los números avalando la realidad de la masacre: la exterminación.

Los cientos de miles y también el cero absoluto, pues está el horizonte de cuenta atrás:
la cuenta hacia el borrado, la desaparición de un pueblo, de su memoria, de su nombre y dirección, de su dibujo.

No podemos más que añadir este modesto espacio de poesía, lugar de la removedora química de la palabra, con la que decapar la atroz intención de los esmaltes asesinos de estos tiempos.

Y así en este espacio, un 21, nos acompaña María Ángeles Pérez López en #LasRazonesdelaOrquídea, una flor que se guarda en otra flor, de raíces áreas y de firme vara floral que la sostiene.

En #Micelia María García Díaz nos sumerge: natación sincronizada con el asombro, campos semánticos en perpendicularidad.

Begoña M.Rueda y Juli Mesa, en ejercicio de fotosíntesis, humidifican la pantalla de versos, la radiación que respiramos.

En #Mirtohermético aperitivo de Dios Palpitando entre las tomateras. Emilia Conejo nos balancea entre el jugo y el suspiro del columpio poético de Marosa di GiorgIo.

Susana Obrero borda, sobre el bastidor de la enseñanza, la poesía diaria del aula, el deslumbramiento infantil y el propio. La labor de ser poeta y maestra. todo entrelazado en #Elingeniodelescarabajo.

Las Partituras Medievales de Nieves Correa, su gestación, el porqué de su flexión, ocupan #Pantalonesdequimeras desvelando la variedad de las miradas, documentando la contemplación y su proceso.

Y también nos acompaña este poema de Rafeef Ziadah (Beirut, 1979):

Nosotros enseñamos vidas, señor

Hoy,
Mi cuerpo
Fue una masacre televisiva.

Hoy,
Mi cuerpo
Fue una masacre televisiva,
Que tuvo que adaptarse
A clips de sonido
Y limitación de palabras.

Hoy,
Mi cuerpo
Fue una masacre televisiva,
Que tuvo que adaptarse
A clips de sonido
Y limitación de palabras,
Lo suficientemente
Rellenadas con estadísticas,
Contadores, medidas, respuestas,
Para las que he tenido
que perfeccionar mi inglés
y he aprendido mis resoluciones
de las Naciones Unidas
pero aun así,
él me ha preguntado:

«Srta. Ziadah,
No piensa que todo se arreglaría
Si dejasen de enseñar tanto odio a sus niños?»

Pausa.

Busqué dentro de mí la fortaleza
Para ser paciente,
Pero la paciencia
No está en la punta de mi lengua
Mientras las bombas
Caen sobre Gaza,
La paciencia simplemente
Se ha escapado de mí.

Pausa.
Sonrío.

Nosotros enseñamos vida, señor.
Raffeef
Recuerda sonreír.

Pausa.

Nosotros enseñamos vida, señor.
Nosotros, los palestinos,
Enseñamos vida
Después de que ellos
Hayan ocupado el último cielo.

Nosotros,
Enseñamos vida
Después de que ellos
Hayan construido sus asentamientos
Y sus muros del Apartheid,
Después del último cielo.

Nosotros enseñamos vida, señor.
Pero hoy,
Mi cuerpo
Fue una masacre televisiva
Fabricada para adaptarse
A clips de sonido
Y limitación de palabras.

Pero, danos tan sólo
Una historia
Una historia humana
Sabes,
Esto no es política
Nosotros tan sólo queremos
Hablarle a la gente sobre ti y tu gente
Así que, danos
Una historia humana
No menciones las palabras
Apartheid y ocupación
Esto no es política

Tienes que ayudarme,
Como periodista
A ayudarte a contar tu historia,
La cual no es una historia política.
Hoy,
Mi cuerpo
Fue una masacre televisiva
¿Qué hay si nos das la historia
De una mujer en Gaza
Que necesita medicación?
¿Qué hay acerca de ti?
¿Tienes «los huesos suficientemente rotos»
Para cubrir a su hijo,
Entregarme a tu muerto,
Y dame la lista de sus nombres
En un límite de 1200 palabras?

Hoy,
Mi cuerpo
Fue una masacre televisiva
Fabricada para adaptarse
A clips de sonido
Y limitación de palabras
Y movido por aquellos insensibles
A la sangre de terroristas.

Pero ellos lo sienten.
Lo sienten
por el asedio sobre Gaza.
Así que les di las resoluciones
De las Naciones Unidas,
Y las estadísticas,
Y lo condenamos,
Y lo lamentamos,
Y lo rechazamos.
Estos no son dos bandos iguales:
Ocupante y ocupado,
Y un centenar de muertos,
Dos centenares de muertos,
Y un millar de muertos
Y entre medio
De este crimen de guerra y masacre,
He construido palabras
Y una sonrisa no exótica,
Sonrisa no terrorista,
Y conté y reconté,
Un centenar de muertos,
Dos centenares de muertos,
Un millar de muertos,
¿Hay alguien ahí afuera?
¿Habrá alguien que escuche?

Desearía poder plañir
Sobre sus cuerpos,
Desearía simplemente
Poder correr allí,
a cada campo de refugiados
y sostener a cada niño,
taparles los oídos
para que no tuvieran que escuchar
el sonido de las bombas
por el resto de sus vidas,
como yo hago.

Hoy,
Mi cuerpo
Fue una masacre televisiva,
Y déjenme decir:
Que no hay nada
Que sus resoluciones
De las Naciones Unidas
Hayan hecho jamás
Sobre esto.
Y ningún clip de sonido,
Ningún clip de sonido
Que haga,
No importa cuán buen inglés tenga,
Ningún clip de sonido
Ningún clip de sonido
Ningún clip de sonido
Ningún clip de sonido
Les devolverá a la vida,
Ningún clip de sonido,
Arreglará esto.

Nosotros enseñamos vida, señor
Nosotros enseñamos vida, señor
Nosotros, los palestinos,
Nos levantamos cada mañana
Para enseñarle al resto del mundo
Vida, señor.

La eliminación,
el borrado atroz del sentido
avanza.

Hay caminos similares en los lineales del súper
allí donde se venden los productos
cuyo origen a nadie parece competer.
precios de saldo para borrar cualquier huella
o significado de pertenencia.

Si alguien sabe cómo destruir
el papel con tu nombre y procedencia
el lugar donde se guarda la hierba
los papeles en que tu nombre está escrito
atestiguando tu origen

Marisa Bello
Consejo editorial Anfibia

1 comment
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

You May Also Like