La nada desciende de ti
eres cabeza y estirpe del vacío
y señalas la carne
y todos los hombres de la casa
los ausentes
los engendrados
los de extrañas tierras
circuncidan el dolor
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Génesis 2, 6-7
Maldices las horas del preámbulo
gruesa mortaja húmeda
posada en las encías
como sucio en la casa
y sopló en su nariz y le dio la vida
anclas los ojos en la nuca
subía de la tierra un vapor
y hundes tus pies de barro
(de Vasija, 2019)
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En la formación
de los torrentes y los ríos
se esconden humedales
sangraduras
agua gravitacional
capas de membranas minúsculas
que cubren todo lo que arde
si se derraman las fuentes
si lo oculto brota
cómo alimentar la belleza
y esa perpetua herida
(de Paisaje: cuerpo, 2022)
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acarrear achicoria
cada mañana madre
el café de los pobres
achiperres que ellas limpian
constantemente constantemente
acogotar
adobe adobe este adobe
todo lo tapa la paja y el barro
los mal hechos ladrillos
los contrahechos que se deshacen
agoreros adrede
las alacenas de los pobres
las albarcas de los pobres
para ir a coger taramuja, almuérdago
para alventar el grano de la paja
para quitar los abrojos de pies
los trozos de pan se añusgan
arrebaña padre con hambre
nos arrecimos en invierno
una vecina me avía y me atusa
antes del día
antes de olvidar las palabras
(de Libro Rojo XI, Antología del Prostíbulo Poético, 2023)
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8:48 Metro Palos de la Frontera
correspondencia con líneas 6 45 47 55 59 85 86 247
si hay discrepancia
las ventanas se mantendrán cerradas
no comemos
no bebemos
tampoco cantamos
las muestras de afecto público
no están prohibidas
pero son recibidas con irritación
cedemos el asiento
conocemos bien
el orden de prioridades
mujeres encinta tullidos
hay más dudas con los mayores del grupo
en caso de emergencia
miramos a otro lado guardamos silencio
pero alguien ha mordido una fruta
el crujido desgarra la distancia
un ticket olor a pectina
en la doble hoja de las puertas
no nos paramos
pasamos al fondo
no miramos
las flores del hotel que aparecen
apenas un destello
su regular belleza de polímeros
ráfaga de pistilos vírgenes
antes
de la siguiente pausa minutada
(de Fuga Mundi, 2024)
Laura G. de Lucas (Ávila, 1983)
Nació en Ávila (España) en 1983. Realizó sus estudios universitarios en Segovia y París, donde residió durante casi una década.
Vasija, su primer poemario, ganó en 2019 el I Premio Rey David de Poesía Bíblica Iberoamericana. Fue publicado en una edición bilingüe castellano / portugués. En 2022 publicó su segundo poemario Paisaje : cuerpo, en coautoría con Luis Luna (Ediciones Amargord). En 2023 su poemario Fuga Mundi fue ganador del IV Premio Internacional de Poesía Crítica Álvaro Tejero Barrio, con la publicación del mismo por la Editorial La Imprenta en 2024.
Desde 2021 forma parte de la asociación de mujeres poetas Genialogías.
Tras un Posgrado de Especialización en la Enseñanza de la Escritura Creativa por la Universidad de Alcalá y Escuela de Escritores, actualmente es profesora de poesía.
Instagram: laura.g.delucas
Facebook: laura.g.delucas
Tres detonantes creativos:
Un pensamiento con una buena sonoridad. Un texto que me haga levantar la cabeza del libro para rumiar lo leído. Y observar alrededor con los cascos puestos, encuentro cierto placer disociativo en este momento, y creo que me conduce casi siempre a ponerme en “modo poético”.
¿Algún rito preliminar antes de la escritura? ¿Cuál?:
Soy alguien extremadamente supersticiosa y ritualista. Pero a falta de poder montar un altar cada vez que me pongo a escribir, es fundamental una hoja en blanco, tamaño folio, y un portaminas. De una marca muy específica.
¿Qué fases atraviesan tus poemas? ¿Cuándo pones fin a un texto?:
Los poemas van apareciendo, llamando, aquí y allá. Hasta que me doy cuenta de su presencia y decido dedicarles un proyecto. Entonces empieza la etapa que más me gusta: la documentación. Empaparme de todo lo relacionado (y a veces de manera muy transversal) con el tema y la forma del poemario ya en mente. Tras esto, comienzo a escribir del tirón. Y luego hay que dejarlo reposar. A veces, varios años son necesarios. Y luego una revisión más “técnica”. Aquí suelo dar por acabado los mismos.
¿Cuáles son tus referentes poéticos?:
Esta es una pregunta recurrente y difícil de responder. Pero me he dado cuenta de que muchos de esos referentes se imponen en esa fase de documentación que mencionaba arriba. Es decir, aparecen los tutores más adecuados para el poemario. Por ejemplo, tengo a la derecha a Marosa de Giorgio y a la izquierda a Aimé Cesaire. Ha habido muchos más, habrá muchísimos más.
Un consejo al escritor novel:
Leer y disfrutar como lector. Leer y analizar como autor. Y después escribir (y corregir) como poeta.